top of page
  • Foto del escritorAlicia Población

Demain (Mañana): Tenemos películas sobre el fin del mundo pero no sobre cómo solucionarlo.

El mundo no es una herencia de nuestros padres sino un préstamo de nuestros hijos.


Demain (Mañana) es un documental francés de 2015 dirigido por Cyril Dion y Mélanie Lauren que nos hace una pequeña muestra de gente implicada activamente en cambiar el mundo dentro de su círculo.


"Tenemos películas sobre el fin del mundo pero no sobre cómo solucionarlo".


En dos horas de documental toca y engarza temas desde la importancia de la alimentación y la agricultura a la raíz de todo, la educación, pasando por la economía y la democracia. De esta manera nos damos cuenta de lo unido que está todo y de la importancia de mover ese todo al mismo tiempo.

El film habla de los huertos-bosque, una manera de transformar la agricultura en algo mucho más eficiente y ecológico. Utilizar albahaca, plantada a los pies de una tomatera, como repelente o una vid para sombrear ciertas zonas se convierte en una forma natural y sin consumo extra de que un huerto funcione. Como ejemplo a mayor escala está Pocheco, una empresa basada en la economía circular (http://www.pocheco.com/lentreprise/?lang=es)

El consumo es otro de los temas que trata y nos sugiere pensar en lo absurdo de ciertas prácticas, como los vídeos de propaganda en el metro, en lugar de invertir en urbanismo para bicis y peatones, por ejemplo. Habla de lo que se conoce como sistema económico indefinido que transforma a la humanidad en insaciable haciéndole creer en la necesidad de consumir constantemente. El superávit, concepto del que hablaba Varufakis en su libro Economía sin corbata de forma tan clara y entendible, ha creado un afán de acumular que está acabando con el planeta por haber reducido a este a una serie de recursos que agotar.

Contra la escalofriante lógica de la globalización en Totnes (Reino Unido) existe una moneda creada por los ciudadanos que convive con la moneda oficial y con ella se origina un necesario mercado local que no depende de las multinacionales. Suena increíble pero también existe algo parecido en Basilea (Suiza), donde se emplea una determinada moneda para los negocios siempre tomando este sistema como complementario pero no alternativo.

Todo lo referido a la economía, sistemas circulares, creación de moneda, mercados locales, nos lleva pensar en el poder de un pueblo para tomar decisiones, para ser resiliente. Eso se traduce en política.


"Las decisiones públicas coinciden con los intereses económicos. Han convertido la democracia en una oligarquía".


David van Reybrouck, historiador y arqueólogo habla de posibles nuevas formas de representación popular. No existe solo una forma, la elecciones, un sistema aristocrático, sino también el sorteo. Un sistema que, a pesar de no ser ideal, marca una gran diferencia entre los diputados y los elegidos al azar: la libertad del segundo, que no está atado de pies y manos y al servicio de intereses políticos y económicos. Conviene citar aquí a Pedro Olalla y su libro Grecia en el aire, en el que se expone la historia de Grecia y su esfuerzo por construir un sistema que defendiera el interés común por encima de los particulares. "En Textas se hicieron unas jornadas de deliberación para tomar decisiones sobre el empleo de energías renovables y a día de hoy es el estado americano con más eólicas" explica Reybrouck.


"La política no es exclusiva de los políticos. Nosotros votamos y ya está, pero no es así. cada ciudadano puede hacer política cada día, estando al día de la actualidad, involucrados en las decisiones, siendo más autónomos. Es algo que deberíamos aprender en el colegio".


Así llegamos al último punto, la educación. En una entrevista, Kari Louhivuori, director de una escuela en un barrio obrero de Helsinki, explica como en su sistema educativo no hay comparaciones ni competencias, no hay inspectores y los directores confían plenamente en los profesores. "Empleamos el tiempo en enseñar, no en evaluarnos". Eso sí, exigen una minuciosa formación del profesorado. Se toman mucho tiempo en preparar diferentes métodos y perspectivas para cada programa y hacen hincapié en la importancia del estudio psicológico del alumno. Uno de los datos curiosos es que la semana académica del sistema Finlandés tiene 2000 horas menos que la de Francia. El objetivo, defienden ellos, es enseñar a los niños cómo aprender y así convertirlos en personas libres. No se trata de las horas, se trata de la forma. Además de las asignaturas habituales en el colegio se les enseña a cocinar, coser, trabajar madera, etc. De esta manera se les educa no solo académicamente, sino para la vida.


Todos estamos conectados, somos interdependientes en una red, como en la naturaleza. Debemos ser libres pero ese poder de libertad incluye una responsabilidad. Cada célula del cuerpo debe estar sana para que el cuerpo funcione y eso depende también de todas las demás células.

No estamos solos.

https://www.demain-lefilm.com/en





30 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page